Esta categoría considera, por ejemplo, los fraudes externos que abarcan los costos por clonación de tarjetas, robo de claves y ciberataques por parte de un tercero.
En los próximos días la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) pondrá en consulta pública la segunda norma para avanzar a los estándares de Basilea III.
Se trata de la normativa para determinar los activos ponderados por riesgos operacionales, y para esto los bancos deberán contemplar sus pérdidas netas vinculadas a esta categoría en la última década.
El estándar normativo que se propone para computar los activos ponderados por riesgo operacional es a través de dos componentes.
El primero es el “BIC”, que es un indicador que refleja la situación financiera de cada entidad. Dentro de las variables que este indicador considera está el tamaño y exposición de la entidad financiera.
En segundo lugar está el factor de ajuste elaborado a partir de las pérdidas operacionales realizadas por cada banco en los últimos diez años. Cada institución deberá confeccionar una base de registro de estas pérdidas.
La nueva Ley General de Bancos —que fue promulgada en enero pasado— estableció que el cómputo de los activos ponderados por riesgo para la determinación de los requerimientos de capital de la banca no solo considera el “riesgo de crédito”, como era antes, sino que también el “riesgo operacional”.
Según el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, el riesgo operacional considera sufrir pérdidas por inadecuación o fallas en procesos internos, personal y sistemas internos o a causa de eventos externos.
En el caso de estos últimos se contemplan, por ejemplo, los fraudes externos que abarcan los costos producto de clonación de tarjetas, robo de claves y cheques, ciberataques por parte de un tercero. También están la falla en los sistemas, daños a los activos materiales, problemas en la relación laboral y seguridad dentro del puesto de trabajo, entre otros.
Según conocedores del proceso, considerar los riesgos operacionales en la determinación de los activos ponderados por riesgo contribuiría a una mejor cobertura de riesgos que enfrentan las instituciones, además de una adecuada gestión interna del capital.
La norma que estará en consulta para los bancos entrará en vigencia y deberá implementarse el 1 de diciembre de 2020.
ITAÚ LIDERA EN PÉRDIDAS NETAS
Según la información publicada por la CMF a julio de este año, las pérdidas netas de los bancos por eventos de riesgos operacionales fueron de $35.267 millones.
La entidad que ha tenido más pérdidas netas es Itaú Corpbanca con un monto de $10 mil millones, le sigue BancoEstado con pérdidas por casi $6 mil millones. En tercer lugar está Scotiabank, que reportó pérdidas por riesgos operacionales de $4.826 millones.
Fuente: Diario El Mercurio.
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